Contra todo pronóstico el pasado domingo al atardecer, los cielos al fin se abrieron y permitieron que se pudiera observar el cometa. Entonces, ya había pasado más de una semana desde que salió de detrás del Sol y su brillo se había atenuado bastante pero aún mostraba un aspecto espectacular en especial tras unos prismáticos. Una simple vista desde Burgos no fui capaz de observarlo, pero desde el campo seguro que si que era visible. En la imagen tomada con un refractor de 85 mm de abertura, se aprecia la cola con ese aspecto de velo que deja ver tras de si a las estrellas y también se puede ver un ligero rastro de la anticola justo hacia la derecha del núcleo.

Fuentes: