Con la creciente intensidad luminosa de las luminarias LED, parece que cada vez cuesta más distinguir la vía láctea desde los observatorios de Lodoso. Aún así, todavía quedan noches especiales donde se consigue capturarla incluso cerca del hongo luminoso producido por la ciudad de Burgos. Da la impresión de que este tipo de luminarias están empeorando nuestro cielo nocturno, cuando se suponía que venían para mejorarlo.
En fín, seguiremos en la brecha intentando minimizar sus efectos...

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